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Madrugada del 15 de agosto de 2015, son las 4:00 AM y me encuentro en el restaurante del Hotel La Mairie de Embrun, junto a otros muchos triatletas, algunos de ellos de élite, otros muchos populares. También desayuna mas gente, que no va a participar en la carrera, pero que pasarán el día animando a sus próximos. El objetivo de todos es el de cumplir con la ilusión de cruzar la línea de meta de la Embrunman y recibir la medalla de Finisher, después de un duro periplo por las montañas del departamento de los Hautes Alpes franceses.
Medalla de finisher
Primero nos espera el estresante chapuzón en las refrescantes aguas del lago de Embrun, después un durísimo recorrido en bici y para acabar una maratón, tampoco exenta de dureza, por los alrededores de la localidad francesa.
_ Después de un desayuno ligero, subo a la habitación para ponerme el mono con el que voy a competir, darme crema de protección solar y realizar una última comprobación del material que bajaré a la zona de boxes. La bicicleta la dejamos allí el día anterior y con respecto a ella solo me tendré que ocupar de llevar el inflador para hinchar las ruedas a la presión óptima.
Medalla de finisher
Primero nos espera el estresante chapuzón en las refrescantes aguas del lago de Embrun, después un durísimo recorrido en bici y para acabar una maratón, tampoco exenta de dureza, por los alrededores de la localidad francesa.
_ Después de un desayuno ligero, subo a la habitación para ponerme el mono con el que voy a competir, darme crema de protección solar y realizar una última comprobación del material que bajaré a la zona de boxes. La bicicleta la dejamos allí el día anterior y con respecto a ella solo me tendré que ocupar de llevar el inflador para hinchar las ruedas a la presión óptima.
Una vez entro en la zona de boxes, busco rápidamente la posición correspondiente a mi dorsal número 155 y compruebo que la tormenta de la tarde anterior no ha supuesto ningún daño para mi bicicleta. Retiro de ella los plásticos protectores, inflo las ruedas, me pongo el neopreno y me coloco en la línea de salida con media hora de antelación.
Zona de boxes
La salida femenina será a las 5:50 y la masculina a las 6:00, todavía inmersos en la oscuridad de la noche pero atisbando los primeros rayos de sol sobre las montañas de la estación de ski de Les Orres. Respecto a la meteorología, parece que se confirman las previsiones de mañana nublada y lluvia a partir del mediodía. Siendo así, me conformaría con poder realizar la bajada del Col D'Izoard en seco y doy por hecho que a partir de Briancon tocará mojarse y pasar frío.
Una vez suena el pistoletazo de salida, intento ejecutar la estrategia que había planteado los días anteriores, la de nadar muy abierto hasta la primera boya, evitando los golpes de los primeros metros a costa de nadar unos cuantos metros más.
Salida masculina
Supero esta primera boya sin problemas y siento que estoy nadando muy bien. El resto de boyas las voy pasando sin ningún contratiempo y al acabar la primera de las 2 vueltas compruebo que mi parcial de tiempo es bueno (37'-20''). Afronto la segunda vuelta ilusionado, sabedor de que en esta segunda mitad hay mucho mas espacio para nadar cómodo y que es cuestión de centrase en nadar bien técnicamente y en comprobar periódicamente que la dirección de la marcha es la correcta.
Salgo del agua en un tiempo de 1h-13'-47´´ , más o menos en la mitad de los participantes. Luego comprobaré que según el GPS he recorrido 500 metros de más, lo cual me da una media de 3,5 Km/h, que está muy bien para mi. Se confirman pues los progresos que he realizado este año en la natación. Aunque todavía queda un largo camino por recorrer, pienso que debo aspirar a bajar habitualmente de la hora 10 minutos en este parcial.
Después de una rápida transición, me monto en mi Canyon y me dispongo a disfrutar de mi parcial favorito. El recorrido en bici comprende dos bucles, uno corto en el que se asciende de inicio un puerto (Les Means), catalogado de segunda categoría en la Crono individual del Tour de 2013 (Etapa Embrun-Chorges) y tras una rápida bajada, un pequeño tramo de llano y dos repechos volvemos a Embrun, tras recorrer los primeros 40 Kms. El puerto lo subo rápido, más o menos sobre mi umbral aeróbico, y la bajada la soluciono sin problemas.
Una vez superado Embrun, nos disponemos a afrontar el Col D'Izoard, (2.360m, fuera de categoría en el Tour). Antes de llegar a sus primeras rampas, se deben superar múltiples repechos y después de Guillestre, pasar por el fantástico entorno de las Gorges de Guil. Nada mas tomar el giro a la izquierda que da inicio al puerto, siento que empiezan a caer las primeras gotas de agua. La lluvia se ha adelantado a las previsiones y me voy mentalizando de que me espera una bajada peligrosa y fría hasta Briançon.
Estoy afrontando ya las duras rampas de Arvieux, allí donde el Izoard se endurece de verdad, sabiendo que no voy a tener respiro alguno en sus rampas continuadas al 9% hasta llegar a la Casse Déserte, lugar mítico del Tour de France, donde según el dicho los grandes campeones pasan en solitario. Yo también paso por allí en solitario, pero con unos 70 participantes delante de mí. Voy remontando a buen ritmo y se refuerzan mis aspiraciones de acabar en el Top 50.
Después de un corto descenso de 200 metros y la foto oficial de rigor allí donde la carretera vuelve a ascender, vuelvo a apretar para superar los 2 Kms. que restan hasta coronar. Este último tramo del Izoard es precioso, con numerosas curvas que permiten respirar un poco entre tramo y tramo, y que permiten tener un contacto visual con los que me preceden. Un poco antes de coronar oigo los gritos de ánimo de los lesakarras que han desplazado para seguir la carrera. Esto supone para mí un punto mas de motivación, lo cual se traduce en 3 nuevos puestos que gano antes de coronar.
En la cima paro a avituallarme, ponerme el chubasquero y bajar con precaución hasta Briançon. Durante la bajada pierdo alrededor de 15 puestos, pero respiro tranquilo cuando llego a Briançon. Es aquí donde mi experiencia en esta carrera (7 participaciones) me ha hecho saber que es donde realmente empieza la Embrunman. Estoy sobre el Km 110, y me quedan 78 Km sin respiro hasta llegar a boxes.
Una vez suena el pistoletazo de salida, intento ejecutar la estrategia que había planteado los días anteriores, la de nadar muy abierto hasta la primera boya, evitando los golpes de los primeros metros a costa de nadar unos cuantos metros más.
Salida masculina
Supero esta primera boya sin problemas y siento que estoy nadando muy bien. El resto de boyas las voy pasando sin ningún contratiempo y al acabar la primera de las 2 vueltas compruebo que mi parcial de tiempo es bueno (37'-20''). Afronto la segunda vuelta ilusionado, sabedor de que en esta segunda mitad hay mucho mas espacio para nadar cómodo y que es cuestión de centrase en nadar bien técnicamente y en comprobar periódicamente que la dirección de la marcha es la correcta.
Salgo del agua en un tiempo de 1h-13'-47´´ , más o menos en la mitad de los participantes. Luego comprobaré que según el GPS he recorrido 500 metros de más, lo cual me da una media de 3,5 Km/h, que está muy bien para mi. Se confirman pues los progresos que he realizado este año en la natación. Aunque todavía queda un largo camino por recorrer, pienso que debo aspirar a bajar habitualmente de la hora 10 minutos en este parcial.
Después de una rápida transición, me monto en mi Canyon y me dispongo a disfrutar de mi parcial favorito. El recorrido en bici comprende dos bucles, uno corto en el que se asciende de inicio un puerto (Les Means), catalogado de segunda categoría en la Crono individual del Tour de 2013 (Etapa Embrun-Chorges) y tras una rápida bajada, un pequeño tramo de llano y dos repechos volvemos a Embrun, tras recorrer los primeros 40 Kms. El puerto lo subo rápido, más o menos sobre mi umbral aeróbico, y la bajada la soluciono sin problemas.
Una vez superado Embrun, nos disponemos a afrontar el Col D'Izoard, (2.360m, fuera de categoría en el Tour). Antes de llegar a sus primeras rampas, se deben superar múltiples repechos y después de Guillestre, pasar por el fantástico entorno de las Gorges de Guil. Nada mas tomar el giro a la izquierda que da inicio al puerto, siento que empiezan a caer las primeras gotas de agua. La lluvia se ha adelantado a las previsiones y me voy mentalizando de que me espera una bajada peligrosa y fría hasta Briançon.
Estoy afrontando ya las duras rampas de Arvieux, allí donde el Izoard se endurece de verdad, sabiendo que no voy a tener respiro alguno en sus rampas continuadas al 9% hasta llegar a la Casse Déserte, lugar mítico del Tour de France, donde según el dicho los grandes campeones pasan en solitario. Yo también paso por allí en solitario, pero con unos 70 participantes delante de mí. Voy remontando a buen ritmo y se refuerzan mis aspiraciones de acabar en el Top 50.
Después de un corto descenso de 200 metros y la foto oficial de rigor allí donde la carretera vuelve a ascender, vuelvo a apretar para superar los 2 Kms. que restan hasta coronar. Este último tramo del Izoard es precioso, con numerosas curvas que permiten respirar un poco entre tramo y tramo, y que permiten tener un contacto visual con los que me preceden. Un poco antes de coronar oigo los gritos de ánimo de los lesakarras que han desplazado para seguir la carrera. Esto supone para mí un punto mas de motivación, lo cual se traduce en 3 nuevos puestos que gano antes de coronar.
En la cima paro a avituallarme, ponerme el chubasquero y bajar con precaución hasta Briançon. Durante la bajada pierdo alrededor de 15 puestos, pero respiro tranquilo cuando llego a Briançon. Es aquí donde mi experiencia en esta carrera (7 participaciones) me ha hecho saber que es donde realmente empieza la Embrunman. Estoy sobre el Km 110, y me quedan 78 Km sin respiro hasta llegar a boxes.
Llueve ya de forma continuada y hace frío, pero la intensidad del esfuerzo y mi concentración hacen que eso no sea problema para mi. En la sucesión de repechos y puertecillos antes de la ascensión al Pallon (1,5 Km al 11%) sigo recuperando posiciones y supero con fuerza esta mítica subida. Después, más de lo mismo, repecho tras repecho y llego a Embrun tras dar caza a un grupo de unos 6 triatletas. Tan solo resta la última subida, El Chalvet, mas conocida como La Bête (La bestia en francés). Se trata de una subida irregular de unos 5 Km, que alterna duros repechos con tramos de descanso y que a estas alturas de la carrera hace auténticos estragos entre los participantes.
Subiendo al Pallon
Además, la bajada es vertiginosa, con tramos en muy mal estado. Si a todo esto le sumamos el asfalto mojado de esta edición, hacen que haya que extremar las precauciones en el tramo final. Supero este último puerto sufriendo pero a buen ritmo, y cuando llego a boxes veo que mi tiempo es bueno, sobre las 8 horas.
Vuelvo a hacer una transición muy rápida y decido no hacer la visita de rigor al WC, lo cual supone una ganancia en tiempo que viene muy bien.
Vuelvo a hacer una transición muy rápida y decido no hacer la visita de rigor al WC, lo cual supone una ganancia en tiempo que viene muy bien.
La maratón en Embrun consta de 2 vueltas a un circuito donde se afrontan las duras subidas al Côte Chamois (1,5 Km al 5%, con rampas del 12%) y Baratier.
La primera parte transcurre por los alrededores del lago y hacia el Km 3 me cruzo con Marcel Zamora. Veo que marcha 5º, que no es su día y que no va a conseguir su sexta victoria aquí. Pero fiel a su raza de auténtico campeón sigue peleando y no arrojará la toalla hasta cruzar la línea llegada. Le animo con fuerza. He corrido con él todas la Embrunmanes que ha ganado y siento verdadera admiración por él, tanto en lo deportivo como en lo personal. Espero que vuelva el año que viene y consiga esa sexta victoria que tanto merece.
Antes me había cruzado con el ganador, Andrej Vistica. El croata ha sorprendido a todo el mundo montando una bici de contrarreloj, algo que no se había visto hasta ahora en Embrun. Ademas, va a realizar una maratón de menos a mas, completándola en unos muy buenos 2h-53'. Sin duda alguna, nos encontramos ante un triatleta que va a dar mucho que hablar
Maratón
Durante el recorrido de la carrera a pie vuelvo a sentir el apoyo de la hinchada lesakarra, lo cual hace mucho más llevadero el sufrimiento en este último parcial. Mantengo un ritmo constante, apretando en las subidas y recuperando en las bajadas. Mantengo a raya el tema de la alimentación e hidratación, un despiste en este aspecto suele llevar a problemas mayores. Cuesta mucho sobre todo comer cuando estás corriendo, pero es clave hacerlo para aguantar bien hasta el final.
Después de más de 3h-30' corriendo, por fin llego por segunda vez a la zona del lago. Siento que voy a ser finisher una vez mas y que voy a volver a pisar la alfombra azul de meta después de 2 años sin hacerlo. Termino con un tiempo de 11h-38'-09'', puesto 48 absoluto y décimo en la categoría de Veteranos.
Cuadrilla lesakarra
Después de más de 3h-30' corriendo, por fin llego por segunda vez a la zona del lago. Siento que voy a ser finisher una vez mas y que voy a volver a pisar la alfombra azul de meta después de 2 años sin hacerlo. Termino con un tiempo de 11h-38'-09'', puesto 48 absoluto y décimo en la categoría de Veteranos.
Cuadrilla lesakarra
Después de más de 3h-30' corriendo, por fin llego por segunda vez a la zona del lago. Siento que voy a ser finisher una vez mas y que voy a volver a pisar la alfombra azul de meta después de 2 años sin hacerlo. Termino con un tiempo de 11h-38'-09'', puesto 48 absoluto y décimo en la categoría de Veteranos. Siento una alegría interior inmensa, recibo la camiseta de finisher junto con la medalla, y comparto mi alegría con el grupo de lesakarras, que me esperan cerca de la meta. |
Después de acabar
Después de un masaje reparador, algo de comida y cambiar impresiones con otros participantes, subo al hotel, al tiempo que ya voy pensando en la edición del año que viene.
Medalla de finisher